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Ficus Benjamina

Descripción

El Ficus benjamina en venta viene en maceta plástica y sus dimensiones corresponden a 55-75 cm de alto y 16 cm de ancho.

El Ficus benjamina, también conocido como ficus de hoja pequeña o ficus llorón, es una planta tropical que pertenece a la familia Moraceae. Es una de las variedades de ficus más populares para interiores debido a su aspecto elegante, su crecimiento rápido y su capacidad para adaptarse a diferentes ambientes. Con sus hojas brillantes y de forma lanceolada, el Ficus benjamina se ha convertido en una planta ornamental muy apreciada.

Descripción del Ficus benjamina:

  • Hojas: Las hojas del Ficus benjamina son pequeñas, de forma ovalada a lanceolada, y tienen un color verde brillante. Algunas variedades presentan hojas variegadas con bordes o manchas blancas o amarillas, pero la mayoría tiene un tono uniforme de verde. Las hojas tienen una textura suave y un brillo natural, lo que da un aspecto muy decorativo a la planta.
  • Tamaño: En su hábitat natural, el Ficus benjamina puede alcanzar hasta 10 metros de altura, pero en interiores suele mantenerse mucho más compacto, con una altura promedio de entre 1,5 a 3 metros. Si se cultiva en una maceta, es posible podarlo para controlar su tamaño y forma.
  • Crecimiento: Es una planta de crecimiento rápido que puede desarrollar ramas largas y ramificadas. En su etapa juvenil, tiene un crecimiento más vertical, pero con el tiempo puede extenderse y volverse más arbustiva si no se poda regularmente.
  • Raíces: El Ficus benjamina tiene un sistema de raíces fibrosas, que pueden ser bastante agresivas si se cultiva en el suelo. En interiores, es recomendable utilizar una maceta con buen drenaje para evitar que las raíces se encharquen.
  • Flores: El Ficus benjamina rara vez produce flores cuando se cultiva en interiores. Sus flores son pequeñas e insignificantes, y se presentan en una estructura denominada sicono, que en el caso de plantas de interior, no suele ser visible.

Cuidados del Ficus benjamina:

  1. Luz:
    • El Ficus benjamina prefiere luz indirecta brillante para un crecimiento óptimo. Si recibe luz directa, las hojas pueden quemarse y volverse marrones en los bordes.
    • Esta planta tolera algo de sombra parcial, pero el crecimiento será más lento y las hojas pueden perder algo de su brillo y color.
    • Si la planta está en un lugar con poca luz, es posible que no crezca tanto y que sus hojas se caigan de manera más frecuente.
  2. Riego:
    • El Ficus benjamina prefiere un riego regular pero no excesivo. Deja que la capa superior del sustrato se seque antes de volver a regar.
    • En invierno, cuando la planta está en reposo, reduce la frecuencia de riego, ya que su crecimiento disminuye.
    • Asegúrate de que la maceta tenga un buen drenaje para evitar que el agua se quede estancada en las raíces, lo que podría provocar pudrición.
  3. Temperatura:
    • El Ficus benjamina es sensible al frío y prefiere temperaturas cálidas, entre 18°C y 24°C. Evita las corrientes de aire frío y las temperaturas inferiores a 15°C, ya que pueden afectar su salud.
    • En interiores, asegúrate de que no esté cerca de calefactores, radiadores o fuentes de calor, ya que estos pueden resecar el aire y las hojas de la planta.
  4. Humedad:
    • A pesar de ser originario de zonas tropicales, el Ficus benjamina se adapta bien a la humedad ambiental normal de los hogares. Sin embargo, si el aire es muy seco (especialmente durante el invierno), puedes rociar las hojas con agua o usar un humidificador para mantener la humedad adecuada.
  5. Suelo:
    • Prefiere un suelo bien drenado y ligeramente ácido. Puedes usar una mezcla estándar para plantas de interior o agregar perlita para mejorar el drenaje.
    • Evita el uso de suelos que retengan demasiada humedad, ya que esto puede provocar que las raíces se pudran.
  6. Fertilización:
    • Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), puedes fertilizar el Ficus benjamina una vez al mes con un fertilizante balanceado para plantas de interior.
    • En otoño e invierno, reduce la fertilización o suspéndela, ya que la planta entra en una fase de crecimiento más lento.
  7. Poda:
    • La poda es importante para controlar el tamaño y la forma del Ficus benjamina. Si la planta se vuelve demasiado alta o tiene ramas largas y desordenadas, puedes podarlas para mantenerla compacta y con una forma más atractiva.
    • Las podas regulares también ayudan a estimular un crecimiento más denso y vigoroso.
    • Puedes cortar las ramas en cualquier momento del año, pero lo ideal es hacerlo al principio de la primavera.
  8. Plagas:
    • El Ficus benjamina es susceptible a algunas plagas como arañuelas, cochinillas y pulgones. Si notas manchas marrones o pegajosas en las hojas, o si ves pequeños insectos en las ramas, trata la planta con un insecticida natural o jabón insecticida.
    • También es importante vigilar las hojas, ya que la acumulación de polvo puede hacer que la planta se vea menos saludable.
  9. Caída de hojas:
    • El Ficus benjamina es conocido por ser algo sensible a los cambios de entorno. Puede experimentar caída de hojas si se mueve a un lugar con condiciones de luz o temperatura diferentes o si es regado en exceso. Si tu planta pierde hojas, asegúrate de ajustar los cuidados y darle tiempo para adaptarse.
    • La caída de hojas también puede ser un signo de estrés debido a un riego incorrecto, cambios bruscos de temperatura o exposición a corrientes de aire frío.

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